Sé muchas cosas
sobre el agua, y no es vanidad.
Químicamente su
molécula se describe como H2O. Dos átomos de hidrógeno enlazados con
uno de oxígeno. Y sé que eso también lo sabes tú.
Entre sus
moléculas existen otros enlaces más débiles que se llaman puentes de hidrógeno. Ellos tienen gran parte de la culpa de que el
agua sea como es. No sé si eso lo sabías.
A diario me toca
trabajar con ella, por eso sé cómo encontrarle pequeñas cantidades de metales
que lleva disueltos.
También sé que
si le añado un ácido como el clorhídrico o el sulfúrico la mezcla se calienta.
Sé que es el
disolvente universal. No hay otro líquido sobre la Tierra que disuelva más
sustancias, por eso no es bueno que te la bebas demasiado pura: te dejaría sin
sales, cuidado.
Sé que cuando se
convierte en hielo es menos densa que cuando es líquida y que precisamente eso permite
la vida bajo los lagos congelados.
…Pero es que
además, sé otras cosas.
Sé que es la
protagonista de uno de los cinco reinos con los que la tradición china se
explica el mundo.
Que en el reino
del agua se encuentran el frío, el riñón, la vejiga, los huesos, el invierno,
el norte, el color negro, el sabor salado, el miedo… Sí, suena a chino.
Sé que para la
misma tradición, el agua se representa por tres rayitas. Dos de ellas están
partidas.
Que de alguna
forma tienen que ver con el número seis, con un hijo mediano, con un ojo
cerrado, con el dolor, algo oscuro, ir al fondo de las cosas. Con el mundo
onírico… Chino, ya te lo he dicho.
Siempre tiende a
ocupar los lugares más bajos y profundos. Por esto mismo Lao Tse le dedica el
octavo poema del Tao Te King*.
Sé que su
impulso natural es el movimiento y que en movimiento el agua expresa toda su
virtud: permitir la vida.
Pero también sé que
cuando se para por un tiempo y no se renueva, la vida en ella se estanca, colapsa.
Enferma. Y los lagos se vuelven ciénagas.
Sé que cuando se
mueve no necesita más motor que el de la pendiente del terreno que horada y que
así va construyendo la senda que la guía desde su nacimiento como arroyo hasta
su destino: el mar.
Sé que el
ochenta por ciento de mi cuerpo es agua.
Que hay agua
entre mis células, en mi sangre, en mi boca… Agua en mis pulmones, en mi espina
dorsal y en mi cerebro. Agua en todos mis humores. El agua de mi orina y la de mi saliva. El agua
de mis lágrimas. El agua de mis flujos. El agua en la que floté mientras mi
madre me gestaba.
Comprendo
entonces que al ser agua también debo ser acuífero y que mi agua más profunda y
pura, la de mi pozo, será la que expresen los manantiales de mis sentidos. Que
mi agua expresada encontrará su senda saltando en arroyos que surquen mi pecho,
para después derramarse como ríos tranquilos dibujando meandros alrededor del
centro de mi ombligo. Y finalmente descansar en el hueco de mi vientre: el mar.
Si soy agua mi
impulso debe ser el movimiento.
Que entonces mi
naturaleza es nómada y si me estanco, enfermo. Que mi ciénaga es la tristeza,
la obsesión, la envidia. El miedo.
Pero cuando eso
ocurra recordaré otra vez que soy agua y que mi corazón y mis piernas obedecen
a la idea de transcurso. Que mi consigna es caminar para empaparme de vida y
fluir por los terrenos que me son propicios: los que mantienen mi agua limpia, los que me provocan la risa fácil.
Los que permiten
que mis Aguas se extiendan sin otro límite que el de su propia Senda.
Entrada editada para incluir esta maravilla
Parte de este texto se basa en los conocimientos adquiridos en Tian, Escuela Neijing.
(*) VIII
La
suprema bondad es como el agua.
El
agua todo lo favorece y a nada combate.
Se
mantiene en los lugares
Que
más desprecia el hombre
Y
así, está muy cerca del TAO.
Por eso, la suprema bondad es tal que,
Su
lugar es adecuado.
Su
corazón es profundo.
Su
espíritu es generoso.
Su
palabra es veraz.
Su
gobierno es justo.
Su
trabajo es perfecto.
Su
acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
Nada
se le reprocha.
No es la primera
vez que saco el tema del agua.
En este caso se
trata de un homenaje y acaso una colaboración, con las dos personas que tuvieron
la idea de hacernos transcurrir en manada por el lejano Nepal. Sus puntales son
el movimiento, la sinceridad, la comunicación, la escucha, el aquí, el ahora… El
corazón.
Fruto de esa
idea nació un hermoso proyecto. Su nombre es Senda del Agua.
He ido a echarle un vistazo a la "Senda del Agua": parece una cosa sana, en todos los sentidos, aunque los urbanitas como yo solemos quedarnos un poco desplazados ante tanta claridad.
ResponderEliminarY en cuanto a tu disertación sobre el agua, resulta admirable. Ignoraba, o no recordaba, el asunto ese de los puentes de hidrógeno; tal vez lo estudié en su día, vaya usted a saber. Pero como siempre, es mucho más interesante la parte filosófica, tanto del agua y su mundo como de casi todas las cosas físicas. Es particularmente cierto -y ominoso- el hecho de que el agua, que por su movimiento da la vida, parada se estanca, se pudre... como la vida misma, vamos.
Gracias Paseante!
EliminarTodas estas reflexiones se quedan en un plano bastante idealista. La vida tal y como la tenemos montada pone demasiados diques a nuestro cauce como para que nos movamos demasiado. Pero no está de más compararnos con el agua para que de vez en cuando nos atrevamos a romper algunos de ellos.
En cuanto a lo urbanita o no, en la Senda hubo tiempo para todo!
¡No! Si ya lo decía Bruce Lee: Be water my friend.
ResponderEliminarMe encuentro en la situación de Un Paseante. Me siento urbanita y eso del Himalaya... ¿Allí hay bares?
Bruce Lee sí que sabía condensar pensamientos... yo necesito algunos párrafos más.
EliminarHay bares, señor Bubo. Y un asimilable a orujillo de producción casera nada desdeñable.
El agua siempre encuentra su camino, y es el camino mas facil. Con constancia deshace todo lo que se interpone en su destino. Y no enfadeus al agua, que no hay fuerza mayor que la del agua encabritada! El agua fluye!!!! Besos desde el Duero!
ResponderEliminar¡Cómo nos gusta el agua! jajaja. Así es: ¡EL CAMINO MÁS FÁCIL! Que no se nos olvide: si algo nos cuesta, busquemos una pendiente mayor para lanzaaaarnos!
EliminarBesos de vuelta desde el Guadiana ;P
Qué bonitísimo y atinado es esto:
ResponderEliminar"Si soy agua mi impulso debe ser el movimiento.
Que entonces mi naturaleza es nómada y si me estanco, enfermo"
Yo vivo en ciudad pero no soy urbanita y por eso esa Senda me podría arrastrar.
Y seguro, seguro que te encantaría. Ahora mismo están de cambios en su blog, organizando fechas, etc. Pero estate atenta si quieres dejarte llevar: este año sus aguas seguirán viajando.
EliminarBonitísima, tú.